De lo que entra, sale.

El otro día me percaté de algo que no veo justo nunca se hable o se mencione. Hasta parece que es tema tabú cuando no lo es y muy al contrario es un placer que nadie pero nadie puede evitar ni negar.

Si de la misma forma hablamos mucho o mencionamos que hemos hecho una comilona, que nos encanta la comida, que hemos degustado todo, que no podemos comer mas, que debemos hacer pausa o que tenemos panza para dos días sin comer, también después de todo decir que comemos y dejamos de comer tenemos que hablar de lo que viene después, o sea cagar, defecar y dejar todo lo que hemos procesado y transformado.

El hecho de cagar es un tema que todos sabemos pasamos pronto o tarde, tal necesidad imperiosa no se salva nadie escrupulosamente, y no es de extrañar nunca que a la vez se sienta un tal placer y una sensación después de haber cagado tan pero tan bien que hasta nos deja el cuerpo sano, libre, relajado, y muy abierto a nuevas facetas.

Por que mientras teníamos la transición o fase de extraer todos componentes como los ingredientes sanos que nos facilita la comida tanto en nuestra barriga, panza como tripas, el terminar de este proceso significa pues un descanso, una pausa, un retorno a nuestras mas optimas condiciones e incluso laborar, pasear o realizar la tarea que estabamos haciendo de forma mas que óptima y correcta.

Es llamativo incluso cuando uno va a cagar, pues es curioso que por ejemplo unos lo hacen antes de comer, y otros lo hacen justamente al final o sea al terminar de comer. No se si esto es cuestión o no de tener razón, lo que se es que el ritmo, las necesidades o las preferencias son de diferente orden.

De la misma forma que el cagar para algunos es un dilema hacerlo bien fuera de casa o no. En el otro lado está el problema de cuando sufrimos diarreas, algo igual que nuestro cuerpo necesita expulsar de una forma u otra. Una limpieza interna de la que no tenemos ni otra vía ni otro método. Es interesante como a veces debemos tomar o adquirir una posición mas de cuclillas para realmente defecar de forma mas natural, sana, neutral y sobre todo facilitando la vía mucho mejor, mayor apertura, mayor canalización y desde luego mejor salida garantizada.

Así que señoras y señores, no tengan tanto miedo en/de hablar de cagar/defecar. Es algo que sus sensaciones debería ocupar muchos mas rios de tinta, tinta aunque sea la digital no importa. Pero pueden manifestar también muy bien de que eso es… un otro placer indescriptible.

 

Buenas noches.

4 respuestas a «De lo que entra, sale.»

  1. Ok, yo ando con una mezcla de flatulencia con caca semi líquida, de esas que cuando te pasas el papel higiénico se te pegotea la mano y salis corriendo al lavabo para lavarte la mano porque es un asco.

Los comentarios están cerrados.