Mantenlo simple, estúpido

Bien dijo da Vinci que «La simplicidad es la máxima sofisticación». Menos es más, no hay nada más cierto que eso sobre todo si hablamos de informática.

El concepto de mantener las cosas lo más simple posibles (en inglés Keep It Simple, Stupid! o K.I.S.S.) ha estado presente desde los inicios del diseño de software y sistemas. Se encuentra presente en otra de mis filosofías favoritas, la filosofía Unix, aquella que habla de que los programas deben hacer una sola cosa, y que fue clave en el maravilloso diseño de ese mítico sistema operativo y de todos sus descendientes, incluyendo a nuestro amado GNU/Linux.

El resultado de llevar a la práctica ese diseño fue la creación de una gran cantidad de pequeños pero poderosos programas que en conjunto forman un sistema operativo completo, robusto, seguro y muy estable. Además de permitir realizar tareas más complejas mediante la unión de esos programas simples por medio de tuberías o scripts sencillos, evitando de esa manera tener que programar una aplicación que realice específicamente esa tarea y la tan odiada duplicación de esfuerzos.

Pese a todas esas ventajas hay quien piensa que la simplicidad es algo obsoleto, incluso hay intentos de desterrar la filosofía Unix de GNU/Linux, como el famoso systemd. Por una parte se puede argumentar que es un concepto que viene de una época remota en que los ordenadores eran apenas más poderosos que una cafetera y es innecesaria con el potente hardware de la actualidad. Por la otra se habla de las grandes virtudes de aquellos programas que son similares a navajas suizas cargados de funciones para realizar una infinitud de tareas.

Aunque tengan razón en ciertos puntos, la simplicidad está muy lejos de ser obsoleta. Es verdad que se cuentan con muchos mayores recursos y que los programas complejos pueden ser muy convenientes además de en muchos casos más fáciles de usar, después de todo simplicidad no es lo mismo que facilidad. Sin embargo los programas simples siguen siendo superiores en muchos aspectos: son más rápidos, ligeros, eficientes, modulares y sumamente configurables. Además mantener el sistema simple crea entornos de trabajo hechos a la medida, pues es el mismo usuario quien elige los componentes que necesita y los configura de la forma que mejor se le adapte.

Si complicar las cosas es de estúpidos, entonces mantenerlas simples es algo de genios, pues en palabras del mismo Dennis Ritchie, creador del lenguaje de programación C y uno de los principales responsables del sistema Unix: «UNIX es muy simple, solo que se necesita ser un genio para entender su simplicidad».

6 respuestas a «Mantenlo simple, estúpido»

  1. El estilo KISS de algunos sistemas, de tomar lo que se necesite y armarlo a nuestro gusto, es similar a lo que muchas hicimos de niños con las fichitas de "armatodo" (como se dice en mi país a las fichitas estilo Lego) construir, cuadrar, destruir y rehacer hasta que satisfaga nuestras necesidades es algo demasiado genial que poco a poco cambiamos por "juguetes" y en este caso sistemas con todo pre-fabricado eliminando poco a poco la curiosidad por algo de facilidad (ojo no digo que sea malo facilitar las cosas) pero la cultura de tener todo listo resulta algo poco satisfactoria.

  2. @tmpmeteque Gracias por tu comentario, me alegra que te haya gustado el artículo. La advertencia es por nuestro certificado SSL autofirmado, el próximo mes cuando llegue Let’s Encrypt trataremos de conseguir uno de sus certificados gratuitos, mientras tanto disculpen las molestias.

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