La Cuesta de Enero (por Pepe da Rosa)

Si a las nueve de la noche
no se ve ni un lucero,
si la calle está desierta
y no encuentra ni al sereno
que pueda abrirle la puerta,
no piense con desespero
en una ciudad ya muerta,
es que es la cuesta de enero.

¿Que le pide veinte duros
su compadre Baldomero?
No se extrañe del apuro,
la cuestecita de enero.

Si se ve en medio de la calle
y se encuentra sin dinero,
no es que sus cálculos fallen,
es que es la cuesta de enero.

Si ve más televisión
que ha visto en un año entero,
no es que la tele es mejor
ni se ha vuelto usted casero.
Es que, a ver que va usted hacer
si está en la cuesta de enero.

Si se mete usted en el cine
y no está ni el taquillero,
no es que el programa sea malo,
es que es la cuesta de enero.

Si un surtidor no ha servido
ni gasolina a un mechero,
si se encuentra usted dormido
incluso al gasolinero,
no es porque la hayan subido,
es que es la cuesta de enero.

Si es que va a un supermercado
y encuentra merluza y mero
y cien clases de pescado
y ve jamones enteros
y no ve un queso empezado
y le atienden con esmero,
con atención y cuidado,
no es que haya más empleados
es que es la cuesta de enero.

Si se va usted a un restaurante
y no ve ni al camarero,
no es que hayan comido antes
y hayan cerrado el comedero.
Lo comprende hasta un infante,
es que es la cuesta de enero.

Si el banco en circulación
va y pone un millón de letras,
verá con resignación
que viene el millón de vueltas.
Tamaña devolución
del industrial al tendero,
de la empresa poderosa
al modesto zapatero,
no le demuestra otra cosa
que no es que hay gente tramposa,
es que es la cuesta de enero.

Si muy pincho y pinturero
en un cabaret se mete
buscando pasar el rato
y no invita a la vedette,
y por muy mal que le cuadre
ni a la vedette ni a su padre,
no es que sea usted un chivato.
En su interior se lamenta
tener que ser ratonero
pero hay que tener en cuenta
que está en la cuesta de enero.

No puede pensar este mes
ni en gastos ni en zarandajas
sino que el poco parné,
le hace falta a su mujer
para meterse en la rebaja.
Así que ya sabe usted:
A ligarse un buen ditero
para esta cuesta tan funesta,
o a buscarse un usurero
que le preste a usted dinero,
porque hay que ver lo que cuesta
subir la cuesta de enero.

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