Homosexualidad masculina igualitaria

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Desde mi adolescencia, cuando descubrí mi sexualidad, que desde siempre ha sido homosexual, he recorrido un largo camino donde he buscado expresarla de diferentes formas y con diferentes enfoques, pero hay un tópico que me ha desvelado desde ese tiempo, el establecimiento de roles sexuales.

La cultura homosexual predominante, te presiona para que te definas dentro de ciertos estereotipos y que asumas un rol dentro de una dicotomía binaria: activo/pasivo, penetrador/penetrado, macho/hembra.

Transité por etapas en donde creí haber podido definir mi rol sexual, me obligué a encasillarme en cada uno de ellos, fui solamente activo, solamente pasivo, y ambos a la vez.

Con los años me revelé contra esa supuesta necesidad de establecer roles, pude liberar mi mente para evolucionar a una sexualidad igualitaria. Me refiero a una relación entre hombres donde ambos pueden expresar toda su masculinidad sin la menor necesidad de estar evocando el binarismo heterosexual.

Esto abre un mundo nuevo de sensaciones, porque luego de que liberas tu mente, puedes disfrutar del hecho de estar con alguien que es enteramente varón como tu mismo, que tiene tu misma genitalidad, que tiene tu misma realidad hormonal, puedes disfrutar en fin de la igualdad de ambos, y respetar la masculinidad del otro.

Pude llegar a la conclusión de que el único hecho que motiva el establecimiento de roles, es la practica muy difundida del sexo anal. Tengo la convicción de que el sexo anal homosexual, no es más que un intento burdo de reproducir el coito heterosexual.

En realidad la estimulación mutua de los tejidos eréctiles mediante frotación de los mismos, es la única forma de obtener placer sexual genital en ambos miembros de la pareja. Por lo tanto la relación genital heterosexual es igualitaria ya que ambos miembros disfrutan de la estimulación de sus tejidos eréctiles (pene en el hombre, clítoris en la mujer)

Siguiendo con el razonamiento anterior, podemos establecer que el sexo genito-anal no es igualitario, porque solo el penetrador disfruta de sexo genital, y el otro debe contentarse con la estimulación del ano; que no es un genital y que no ha evolucionado para ser penetrado,  las estructuras sensitivas de la zona ano-rectal no son comparables con las exquisitas redes nerviosas al servicio del placer, contenidas en el pene.

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Con todo esto puedo concluir con que la única práctica sexual comparable al coito heterosexual, es el “frot”, o sea la estimulación mutua de los penes mediante frotación de los mismos, dado que allí ambos disfrutan plenamente de lo que la naturaleza les provee para el placer.

Hago un llamamiento a todos aquellos que se no estén satisfechos con el sexo anal a que liberen sus mentes y se animen a disfrutar mutuamente de la masculinidad de ambos miembros de la pareja. No continúen teniendo sexo anal por complacer a su compañero, si el otro no puede entender eso, simplemente se convierte en una persona incompatible para ustedes, no acepten más la esclavitud anal, ni penetren anos ni dejen que los penetren por compromiso.

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Por ahora me voy despidiendo, espero generar mucha polémica, y en breve volveré a escribir….

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Las imágenes contenidas en esta entrada son de Steve Walker 1961-2012

En muchas de sus entrevistas, compartió esta reflexión: “Siendo homosexual, me he guiado, educado e inspirado el arte de mis pinturas en un contexto heterosexual. ¿Por qué debería de asumir que un heterosexual sería incapaz de apreciar mi trabajo, que trata de la vida cotidiana vista por un homosexual?. Si la población heterosexual es incapaz de hacer esto, ellos se lo pierden, no yo”.

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5 respuestas a «Homosexualidad masculina igualitaria»

  1. Dos cosas se me ocurren por lo pronto.
    Primera, el rol de activo/pasivo es siempre una constante en todos los aspectos, incluso en las parejas donde mas se dialogan y establecen, el equlibrio es tan difícil como eternamente revisado y cuestionado.
    Segunda, el aspecto anal aunque sea por lo pasivo implica a la vez la necesidad (fisiológica o psicológica) real de intrometerse fisicamente el uno sobre el otro, incluso en la pareja hetero representa otro método que si bien es controlado y no violento no deja de ser mayor reto bien por pasión, devoción o sexo salvaje en estado puro.
    El debate realmente está abierto pero en el caso de homosexualidad bien puede ser que no se diferencie tanto, ya que cada individuo siempre es un mundo aparte en el que predomina siempre mas el diálogo. /cc @tama

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