Mi problema nunca fue con la red, sino con lo social. Lo que me había pasado con Facebook me ha vuelto a pasar con GNU Social. Me estoy enojando por dentro con los posts que leo y con la gente que escribe.
En Facebook estaban los únicos amigos que conocí en persona. Amigos de la escuela y el liceo. Toda la infancia y la adolescencia la viví con ellos. Luego el tiempo nos separó y yo me quedé como un solitario en la universidad. Allí nunca hice amigos. Allí trabajaba en grupo cuando se tenía que trabajar en grupo, pero nunca pasaba nada conmigo más allá de las clases y la tarea. Por primera vez en mi vida me dolía la soledad. La madurez me traicionó.
Las coincidencias hacen que años después me reencuentre con ellos. Ellos parecen lo suficientemente unidos. Pero yo me veía como un ser extraño que sólo compartió la infancia.
Un día una chica me sugirió que entrara a Facebook y que mantenga vivo el contacto con ellos. Yo le dije que no veía bien eso de las redes sociales que sabían todo de tu vida y que seguro habría alguien detrás. Lo que me dijo ella fue hiriente: «No seas mala onda, además no sos un criminal ¿o sí?»
Fue hiriente porque eso pasó hace 5 años y en aquel momento era imposible que me imaginara en el futuro como ahora soy (usando Linux, sabiendo de estas cosas de seguridad). No tenía ningún conocimiento de privacidad que ahora tengo. Sólo tenía un poco de sentido común (saber con quien relacionarse, tener cudado con ciertas páginas, etc.) y nada más. Ahora ni el sentido común es suficiente.
Pero lo peor fue que me dijera «mala onda». Nunca fui un ser muy sociable y que me llamaran mala onda es como si mis gustos me volvían un ser repelente y que no debería hablarme nadie.
Así que entré allí quedé aliviado. Yo no era un mala onda. Se alegraban de verme y yo me alegraba de verlos. Nos enterabamos de muchas cosas, y poco después ya nos volvíamos a ver las caras de nuevo en cumpleaños y graduaciones.
Pero luego de tanta felicidad, acabé aburriéndome. Ellos saben que no me gusta la cumbia y por eso saben que no voy a bailar. Ellos saben que cuando hay reunión o cumpleaños, soy el que llega primero y el que se va primero porque quiero saber como andan. Sus vidas son tan rutinarias como las mías, así que no debería ahondar en ello.
También tengo ese problema de meterme en una conversación y aún más cuando todos hablan alrededor cada cual con su tema.
Entonces Facebook se volvió un recordatorio de la brecha entre yo y ellos. Ellos en sus vidas, yo en la mía. Yo enterándome de lo de la NSA y ellos… ellos con otras preocupaciones más importantes. Ya me estaba empezando a picar la idea de irme de allí.
Pero claro, yo era consciente de que si me iba a ir, me iba a ir solo. Solo como en la universidad. Solo como siempre. Así que simplemente les avisé que me iba de Facebook y me dijeron que no había ningún problema con eso. Me iba solo pero en paz.
Poco después empezaba el escándalo de Barbijaputa y entonces aproveché a meterme en GNU Social. Sólo fue por la moda, nunca por los ideales. En mi vida, antes de Stallman vino el Zaratustra de Nietzsche y por eso veo a los gurus con malos ojos.
Eran aires nuevos pero con un tufo a comité político. Sabía que si me iba a quedar aquí para no volver a Facebook, tenía que abrirme paso y cambiar la percepción de la red. No tuve más remedio que invadir la cancha.
Lo peor de todo es que así fue como hice amigos allí. Ya no me sentía solo. Pero esa amistad es algo traicionera. Cuando parece que puedo bajar los humos, allí se abalanzan con sus testadurez.
Antes veía las fotos de mis amigos de la vida real pasándola bien en las fiestas y me ponía mal. Ahora leo los mensajes de mi linea temporal y también me pongo mal. Y tambien me pongo mal cuando mis amigos reales me invitan (y yo acabo aceptando porque……después de todo son mis amigos de siempre).
Este post lo han motivado dos cosas: Por un lado todas las reuniones que tuve con mis ex-compañeros. La última hace un mes, después de 10 meses sin verlos, que eran 10 meses desde que dejé Facebook y 10 meses que nunca supe nada de ellos. Por otro una discusión que tuve en una sala porque dije que el único defecto que tiene XMPP es que quienes lo usan no ven nada como un defecto de XMPP. Para ellos es perfecto y ante cualquier crítica te dicen «Volvete a caralibro gil y dejá que te espíen».
A todos estos les respondo con este extracto del koan 196 de El Código sin Código, llamado «Tarifa»
«Le hablas a tus pares como si fueran registros vacíos esperando ser llenados con los bits de tu sabiduría. Nuestro mundo podrá ser digital y seco, pero está construído encima de wetware, el cual es blando, irracional y propenso a sobrecalentarse. No puedes cambiar un cerebro de cero a uno símplemente alabando el uno. Debes empezar en el cero, elogiar sus virtudes, explorar sus fallas, exhortar a tus oyentes a mirar más allá. Para pesar el cero contra el uno, el oyente debe tener a ambos en cuenta. Sólo cuando hayan elegido libremente el uno abandonarán el cero.»
Aún manteniendo el dedo índice del aprendiz más viejo, la maestra Suku lentamente dibujó un cero en las tárimas y un uno a través de su centro.
Considerando el nuevo símbolo, el aprendiz más viejo fue corregido.
No razones en binario. Volvé cuando aprendas punto flotante.
Desahogo https://agora.pandilla4gatos.tk/desahogo/ !p4g !bobinas !agora
Aquí nadie canta victoria, mas al contrario estamos en ello. Hoy como buen domingo se ha meditado sobre el asunto y tenemos un as bajo la manga. Pues muchas veces hay mas cosas, mas elementos y mas factores que ya se están cumpliendo verídicamente pero ni cuenta nos damos. Y #xmpp no es absolutamente ninguna excepción en nada. /cc @tama